En verano dejamos a un lado toda una serie de hábitos que hacen que no tengamos la limpieza que deberíamos en nuestra boca. Especialistas de la clínica dental en Sevilla Dental Buhaira aconsejan que sigamos manteniendo el cuidado de nuestros dientes como lo hacemos durante la rutina, ya que las consecuencias pueden ser nefastas.

Uno de los problemas más comunes durante esta época es la sensibilidad dental. Los alimentos ácidos la provocan en el esmalte de nuestros dientes. Esto hace que los dientes se desgasten, sufriendo el paciente molestias en la cavidad bucal.

Durante esta temporada se produce un aumento de las caries y erosión en nuestra boca. Cambiamos no solo de rutina, también de higiene bucodental, alimentación e incluso abuso de cloro en las piscinas.

El problema del cloro

Diversos estudios afirman que estar en continua exposición al cloro hace que se produzcan erosiones dentales. El esmalte se desgasta y debilita. Los niños que son nadadores y cuentan con erosión dental ascienden hasta el 60%.

Evita los azúcares

La caries es de las enfermedades más tratadas en cualquier clínica dental en Sevilla. Es por ello que debemos de luchar con ahínco para acabar con este problema. entre un 92 y 94% de la población adulta las sufre.

Entre las principales culpables están las bebidas carbonatadas. Se trata del segundo motivo de erosión en nuestros dientes. Por lo que mantener una dieta equilibrada hará que se produzca en menor medida.

Para poder evitar sustos a la vuelta de vacaciones te aconsejamos que lleves a cabo varias medidas.

  1. Cepilla tus dientes por la noche al menos durante 2 minutos. Como en verano aumenta el riesgo de placa bacteriana habrá que establecer como obligatorio al menos el cepillado nocturno.
  2. Bebe mucha agua. El hecho de consumir bebidas alcohólicas o fumar hace que en muchas ocasiones tengamos halitosis. El hecho de tomar de agua hace que mantengamos un flujo de saliva regular.
  3. Menos bebidas ácidas. Hay que regular el consumo de zumos, refrescos, cerveza y demás líquidos que acaban dañando nuestro esmalte.