En cuanto a los pensamientos negativos que llegamos a tener habría que realizarse algunas cuestiones:

  • ¿Cómo te hablas cuando estás en una situación difícil?
  • ¿Te lanzas más críticas que elogios?
  • ¿Es grata la conversación que tienes contigo mismo a lo largo del día?
  • ¿Predominan más las palabras amorosas o las críticas?

Desde que nos levantamos llevamos a cabo toda una serie de pensamientos que nos acompañarán a lo largo del día. A través de ellos llevamos a cabo un diálogo interno ya que nos influye en el estado de ánimo, emociones o sentimientos que tendremos durante el periodo.

Los pensamientos son importantes ya que ordenan las ideas, influyen en la toma de decisiones o nos animan a recordar información que creemos importante. También ayudan a definirnos como personas. Tomar clases de mindfulness en Sevilla harán que seamos mucho más capaces de afrontar cualquier adversidad.

La calidad en los pensamientos y la negatividad de los mismos

Todo tipo de pensamiento suele tener matices. No solo los hay buenos, también pueden ser neutros o estar cargados de connotaciones negativas. Siendo por tanto uno de los temas a tratar en las clases de mindfulness en Sevilla.

Éstos suelen afectar a nuestro autoconcepto. Influyen en nuestro autoestima y por tanto en la valoración que hacemos de la información que tenemos sobre nosotros mismos.

¿Qué dicen nuestros pensamientos negativos de nosotros?

Los profesionales de En Presencia advierten que este tipo de pensamientos suelen ayudar a definir la idea que tenemos de nosotros mismos. A veces se producen lanzamientos de pensamientos negativos que afectan a nuestra autoestima.

Pensamientos negativos en «efecto lavadora»

Si te repites una y otra vez los pensamientos negativos en tu día a día, comienzas a creer que esa información es real. Sin querer vamos construyendo una idea de nosotros mismos en base a nuestras creencias. Por lo tanto esto nos afecta a nuestra salud mental.

Hay creencias que nos impiden poder sentir o manifestar amor hacia nuestra persona o hacia los demás. Tampoco acompañarnos en las dificultades que debemos afrontar en la vida.